En la práctica de Chan Si Gong aumenta la sensibilidad en las manos

Chan Si Gong y Chan Si Jing

¿Qué es Chan Si Jing?

Chan Si Jing (energía que gira en espiral) es una expresión de la energía que a través de la postura física y el movimiento impulsado desde el Dan Tian inferior (Chan Si Gong), expresa sus características de conexión entre todas las partes, continuidad y cambio constante.

¿Para qué trabajamos Chan Si Gong?

El Chan Si Gong es una expresión de la energía Chan Si Jing que se expresa en espiral

Los ejercicios de Chan Si Gong permiten trabajar Chan Si Jin y desarrollar la fuerza en espiral del Tai Chi.

Se trata de secuencias sencillas de movimientos repetidos, que movilizan prácticamente todas las articulaciones de nuestro cuerpo, utilizando sólo la fuerza y los músculos necesarios en cada momento de un modo preciso y ordenado.

Su práctica es considerada esencial para comprender a nivel estructural las formas (Taolu) de Taichi, formando la base de todos los movimientos que se realizan y permitiendo abordar de manera accesible los principios fundamentales de la práctica.

Además, la repetición de estos movimientos permite ganar conciencia y mejorar la percepción sobre la propia relajación, el equilibrio y la elasticidad durante el movimiento, por lo que estos ejercicios también se consideran una práctica meditativa.

La estructura corporal en la practica de Chan Si Gong

Cuando en Tai Chi o Chi Kung describimos la postura o en este caso, la estructura corporal tenemos en cuenta todos los aspectos involucrados en la práctica a nivel psicofísico, emocional y espiritual.

Cabeza liviana y mente despierta

Mantener la cabeza derecha alineada con la espalda, sin sostener demasiado la tensión, soltando la rigidez del cuello y relajando los músculos del rostro.

Conservar la atención serena y alerta en la práctica, para de esta manera mantener la mente en calma, dejando de prestar atención a todos los pensamientos que no sean la presencia en cada movimiento.

La estructura corporal en la práctica de Chan Si Gong, Chan Si jing

Relajar el pecho y mantener la espalda erguida

Impedir que al respirar el aire se quede confinado en la parte alta del cuerpo, pues esto provoca estrechez y rigidez en la parte superior del cuerpo; mientras la parte inferior se vuelve demasiado liviana y flotante, lo que hace perder firmeza y equilibrio.

Al mantener la espalda estirada, pero no rígida, la columna vertebral sirve de soporte y canaliza correctamente la energía desde la parte inferior hacia la parte superior.

Cintura, cadera y coxis, relajación de la zona lumbar

Relajar la zona lumbar, que es la unión entre la estructura en arco que forman las piernas y la que forma la espalda. De la relajación y alineación de la zona lumbar con la columna vertebral depende la distribución de la energía de manera fluida desde la cabeza hasta los pies.

Redondear el coxis, sin  forzarlo ni tensar la zona lumbar, evitando que sobresalga hacia atrás. La postura se debe sentir natural sin que el cuerpo emita una sensación de tensión excesiva en esa zona.

Relajar los hombros y los codos

Los hombros se mantienen sueltos sin levantarlos y sin apretarlos contra las axilas, para no colapsar la estructura de arco formada por los brazos. Los hombros se alinean con las caderas, y los codos se dejan caer dejando un volumen de espacio sensible entre los brazos y los costados. Esta estructura permite el movimiento elástico de los brazos y la circulación del Chi (Qi).

Unir la mente, el cuerpo y el espíritu, desde la atención hacia la sensibilidad

Nuestra estructura psíquica impide que exista en cada momento más de un solo pensamiento. El objetivo en cualquier actividad que exija destreza es ser capaz de dirigir nuestros actos desde la sensibilidad, es decir, ‘hacerlo sin pensar’.

A través de la atención a un elemento de nuestra sensibilidad interna (por ejemplo prestar atención a una parte de nuestro cuerpo), la mente disminuye su actividad y por tanto se calma. Mantener nuestra presencia en la sensibilidad del momento nos lleva a la ‘quietud’ del espíritu mientras nos movemos.

Esta quietud de espíritu permite una mayor apertura a la sensibilidad interna, y si bien nuestra mente impide la atención a más de un pensamiento a la vez, la sensibilidad por el contrario nos permite tomar consciencia de muchos estímulos simultáneamente, siendo posible tomar consciencia de lo que ocurre dentro y alrededor de nosotros al mismo tiempo.

Respiración natural

Sentir y dejar que se exprese el ritmo de la respiración, sin tratar de modificarlo, para que naturalmente se armonice con nuestro movimiento interno. Iremos descubriendo a través de la práctica la relación entre la respiración y los movimientos. No es recomendable al principio, tratar de ajustar sistemáticamente la respiración al movimiento.

Sin embargo puede resultar didáctico experimentar con la respiración, modificando la duración de las fases de inhalación y exhalación, observando la relación de estos cambios con el movimiento. De esta manera, mediante la presencia y la constancia en la práctica, respiración y movimiento tienden a ajustarse naturalmente.

Chan Si Gong es una expresión en movmiento de Chan Si Jing, la energía que gira en espiral

Indicaciones para la práctica de Chan Si Gong

Prevalece el uso de la intención sobre el uso de la fuerza

La intención (Yi) guía al Chi, el Chi guía al cuerpo y ejecuta el movimiento. De esta manera los movimientos se vuelven suaves y ágiles, libres de las fricciones que provoca el uso inadecuado de la fuerza muscular. La intención de movernos elásticamente, condiciona poco a poco nuestra energía para que nuestro cuerpo se mueva de una manera elástica.

La continuidad de los movimientos, encadenados sin rupturas y sin llevarlos hasta sus extremos, nos permite una unión elástica entre un movimiento  y el siguiente, repercutiendo en nuestra condición física, que tenderá a volverse también más elástica. Si la intención se focaliza exclusivamente en utilizar la tensión muscular, los movimientos, por el contrario tienden a volverse rígidos y a dispersarse de nuestro centro, provocando desorden y dificultad en su ejecución.

Aplicar la expansión y contracción de nuestra energía y tomar conciencia de lleno y vacío

Dirigir nuestra intención desde el centro hacia la periferia de nuestro cuerpo (expansión) y desde la periferia hacia el centro (contracción), en combinación con la oscilación de nuestro peso al movernos, crea la sensación interior que unas partes de nuestro cuerpo se ‘llenan’ (yang) y otras se vacían (yin). En la experiencia profunda de la alternancia entre estas dos fases reside la fuerza interna de nuestros movimientos, su suavidad, estabilidad y enraizamiento. Además la continuidad entre un movimiento y el siguiente permite estar siempre listos para el cambio y la adaptación a una situación completamente nueva en cada momento.

Permanecer en calma mientras nos movemos

Para que el Chi (Qi) circule y se exprese en plenitud de acuerdo a nuestra intención y sin esfuerzos innecesarios, el cuerpo debe permanecer relajado, sin tensiones ni bloqueos, y con cada una de sus partes conectadas al movimiento del centro (Dan Tien).

Es importante en este punto tomar conciencia de Zhan Zhuang, liberando las tensiones que no necesitamos y manteniendo una estructura corporal que se mueva de manera simultánea y armónica, como un todo donde sus partes están conectadas todas ellas entre sí. Respetando la alineación de la estructura, la continuidad y la circularidad, movemos el cuerpo a través de una intención unificada dirigiendo el Chi que impulsa de manera natural los movimientos, y gracias a la flexibilidad en las articulaciones dotar de fluidez y armonía a los movimientos.

Practicar con movimientos lentos para desarrollar la atención plena y la armonía en el movimiento

En la práctica del Chan Si Gong el cuerpo debe permanecer relajado y con cada una de sus partes conectadas al movimiento del centro (Dan Tien).

Un error común es pensar que el Taichi es una práctica cuya característica principal son los movimientos lentos. Esto no es cierto, y para entenderlo puede servir la comparación con el aprendizaje de otras artes, como por ejemplo la música.

A quien comienza a aprender música no es lógico pedirle ejecutar ejercicios en los cuáles tenga que interpretar melodías complejas, a diferentes velocidades y con cambios de ritmo constantes. Al principio se enseña a interpretar cada nota de manera lenta y ordenada un gran número de veces hasta que se interioriza y su interpretación se vuelve sencilla y natural.

A partir de ese momento se puede añadir complejidad y velocidad en los ejercicios, encadenando distintas melodías y cambios de ritmo. En la práctica de Tai Chi sucede lo mismo. La práctica lenta y a velocidad constante, nos permite primero aprender a sentir y luego desarrollar y armonizar la energía interna para que se mueva con fluidez.

Además la lentitud en el movimiento permite economizar energía y almacenarla, a la vez que facilita nuestra presencia, lo cual nos conduce a un aumento de la percepción del propio cuerpo, el espacio y la energía. De esta manera, más adelante se puede experimentar con el aumento de la velocidad y potencia de nuestra energía sin perder cualidades como la estabilidad, la elasticidad, la continuidad y la presencia durante acciones rápidas e imprevistas.

La profundización en la práctica permite poco a poco ir eliminando los esfuerzos superfluos para movernos con mayor vigor y velocidad manteniendo la esencia del movimiento.

Principios fundamentales de los ejercicios de Chan Si Gong

  1. Postura cómoda, relajada y natural
  2. Aprendizaje de la secuencia
  3. Los movimientos surgen desde el Dan Tian (Tantien) inferior
  4. Fluidez en el movimiento interno de oscilación
  5. Mantener la alineación de la estructura, comprobando que se cumplen las conexiones corporales (3 armonías externas) durante los movimientos:
    • Hombros y Cadera
    • Codos y Rodillas
    • Manos y Pies
  6. Circulación de la energía a través de nuestra intención, desde la periferia al Tantien y desde el Tantien a la periferia con movimientos uniformes, percibiendo las fases de Yin y Yang en su ejecución.

Beneficios que nos aporta la práctica de Chan Si Gong

  • Se nutren las articulaciones, tendones, músculos y mejora la circulación sanguínea.
  • Fortalece el tejido conectivo y aumenta la secreción  de líquido sinovial que lubrica las articulaciones, manteniendo su flexibilidad y dando libertad a todos nuestros movimientos.
  • Se desarrolla la energía en espiral dentro del cuerpo y la conexión entre las vías miofasciales.
  • Incrementa la coordinación y movilidad de hombros, espalda y cintura.
  • Genera y fortalece las conexiones para la circulación fluida de la energía a través de todo nuestro cuerpo.

Práctica de ocho Ejercicios de Chan Si Gong

Vídeo de la práctica de Chan si Jing y Chan si Gong

A través de los ocho ejercicios de Chan Si Gong practicamos la fuerza en espiral (Chan Si Jing) involucrando poco a poco todo el cuerpo en el movimiento al mismo tiempo que se mantiene una estructura estable y equilibrada.